Por Iva May el 3 de marzo
Traducido por Rocío López
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El corazón pronto sigue lo que el ojo ve. Los hijos de Israel aprenden a través del fiasco de los espías que se necesita muy poco para estimular el pecado que reside en sus corazones.
El SEÑOR le ordena a Israel que incorpore un recordatorio visible de sus ordenanzas y los peligros que acechan en sus corazones.
“Habla a los hijos de Israel, y diles que se hagan franjas en los bordes de sus vestidos, por sus generaciones; y pongan en cada franja de los bordes un cordón de azul. Y os servirá de franja, para que cuando lo veáis os acordéis de todos los mandamientos de Jehová, para ponerlos por obra; y no miréis en pos de vuestro corazón y de vuestros ojos, en pos de los cuales os prostituyáis.» (Números 15:38-39)
Las franjas azules cosidas en sus prendas benefician a las personas propensas al olvido, como atar una cuerda alrededor de su dedo para recordarle algo que no debe olvidar.
El desierto no ofrece nada para seducir a las tentaciones. Sin centros comerciales, cines, buffets de todo lo que puedas comer, bares en topless, casinos, complejos deportivos, etc. Sin embargo, Israel lucha con la disposición del corazón hacia el pecado: la envidia, la ira, la codicia, el orgullo, la lujuria, la rebelión, la mentira, la idolatría, propensiones latentes del corazón esperando una salida.
El SEÑOR es muy deliberado en su redacción, ya que elige la palabra «prostitución» para describir a la persona que persigue lo que el corazón anhela y los ojos ven. La prostitución es la corrupción del verdadero yo: lo que realmente somos. Es la perversión del bien que Dios pretendía entre un hombre y una mujer que son pactados juntos en el matrimonio. Por lo tanto, está usando para el mal lo que Dios había querido para el bien.
Dios creó al hombre para conocerlo, para tener comunión con él. Tristemente, cuando Adán y Eva pecaron, cada persona recibió de ellos una descarga de ADN de lujuria y separación del Creador. El hombre entra en este mundo arruinado para Dios.
Las franjas le recuerdan constantemente a Israel varias verdades:
- Ellos son los redimidos de Dios, con quienes Él está en una relación de pacto.
- Aunque el pecado los ha arruinado para Dios, Él ha provisto una manera de tener una relación con ellos a través del sistema de sacrificios.
- Aquellos que se prostituyen yendo tras los deseos de sus corazones y ojos se arruinan para Dios.
El pueblo de Dios nunca debe olvidar a quien pertenece; ¿Cuál es la franja que has colocado en tu vida para recordarte hoy que debes caminar en sus caminos y no en tus deseos?
Preguntas de la lectura de hoy (Números 14:1 – 15:41):
¿Qué visión errónea tienen los israelitas sobre Dios que los hace que se quejen contra Él?
¿Cómo contrasta eso con la visión que Josué y Caleb tienen de Dios?
¿Cuál es la base de la intercesión de Moisés por Israel?
¿Cuál es la consecuencia del fracaso de Israel por no prestar atención a las palabras de Josué y Caleb?
¿Qué es lo que algunos en Israel no pudieron aprender acerca de Dios a partir de la negativa de Israel a entrar a Canaán (Números 15:22-26)? ¿Qué revela esto sobre la influencia de unos pocos en una cultura de desobediencia?