Por Iva May, 5 de marzo
Traducido por Rocío López #movimientodealfabetizaciónbíblicacbt
Lloriqueo. Lloriqueo. Lloriqueo. ¡Eso es todo lo que Israel ha hecho durante 40 años!
Israel está en Cades, donde han acampado varias veces en los últimos 40 años. Este oasis anteriormente lleno de agua, ahora no tiene agua. Israel no puede ver el agua escondida dentro de la roca esperando convertirse en un río. En lugar de pedirle al Señor que manifieste su provisión, la gente culpa a Moisés por su falta y le exige que haga algo:
Y habló el pueblo contra Moisés, diciendo: !Ojalá hubiéramos muerto cuando perecieron nuestros hermanos delante de Jehová! ¿Por qué hiciste venir la congregación de Jehová a este desierto, para que muramos aquí nosotros y nuestras bestias? ¿Y por qué nos has hecho subir de Egipto, para traernos a este mal lugar? No es lugar de sementera, de higueras, de viñas ni de granadas; ni aun de agua para beber. (Números 20: 3-5)
Israel está a punto de entrar en la tierra de la abundancia, ¡y se están quejando!
Después de 40 años de dirigir al pueblo, Moisés finalmente explota. En lugar de hablarle a la roca como el Señor le había ordenado, golpeó la roca; y no una sino dos veces. Un río brota lo suficiente para refrescar a 2.5 millones de personas y sus animales. ¡Increíble!
Mientras Dios muestra su poderoso poder, esta escena revela una afrenta a su santidad. Dios reprende a Moisés: «Por cuanto no creísteis en mí, para santificarme delante de los hijos de Israel, por tanto, no meteréis esta congregación en la tierra que les he dado» (Números 20:12).
Moisés no confío en el Señor y lo mal representa como enojado cuando golpea la roca con ira, no una sino dos veces; esta acción le atribuye a Moisés el lugar que pertenece únicamente a Dios como proveedor de su pueblo. Moisés se apropia indebidamente de su autoridad y posición, y debido a esto se le prohíbe entrar en la tierra prometida.
¿Qué revela esta historia acerca de Dios y sus líderes?
- Dios no compartirá su gloria y honor con aquellos a quienes llama para dirigir a su pueblo.
- Dios responsabiliza a los líderes de honrarlo entre su pueblo y responde adecuadamente cuando lo deshonran. Jesús dice: «Porque a todo aquel a quien se le haya dado mucho, mucho se le demandará; y al que mucho se le haya confiado mucho, más se le pedirá» (Lucas 12:48).
- Los líderes que han servido durante un largo período de tiempo deben evitar que sus corazones actúen presuntuosamente solo porque pueden.
- Los líderes que desconfían de Dios actúan apresurada y tontamente.
- Los líderes que confían en Dios actúan con calma y sabiduría.
Dios es bueno. Él es mejor para su pueblo de lo que ellos merecen.
Preguntas de la lectura de hoy (Números 19:1 – 21:35):
¿Para qué sirve el sacrificio de la novilla roja sin mancha?
¿Quiénes son los edomitas y por qué se niegan a permitir que Israel pase por su territorio? (Génesis 36)
¿Qué hace la transferencia pública de liderazgo sacerdotal de Aarón y Eleazar para evitar una mayor disensión entre la tribu de Leví?
¿Qué impacto tiene el desaliento en Israel cuando se ven obligados a desviarse alrededor de Edom? ¿Qué revela esto sobre el desánimo y las emociones?
¿Qué hace la victoria sobre Sehón y Og para Israel? ¿Qué revela esto sobre el éxito?