Por Iva May, 12 de marzo
Traducido por Rocío López
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Los cuarenta años de Israel en el desierto finalmente llegan a su fin. Moisés le da a Israel un discurso final (Deut. 1-8).
Primero, él repasa cómo Israel ha respondido al liderazgo de Dios en el pasado:
- En lugar de ir en contra de los amorreos, los israelitas piden que se envíe una delegación de espías para determinar qué ruta tomar y reportar.
- Después de evaluar la bondad de la tierra, diez de los espías informan, e Israel se niega a entrar en Canaán, a pesar del aliento de Moisés.
- Ignorando la advertencia de Moisés, Israel intenta ir contra los amorreos y es derrotado.
- Israel vaga de un campo a otro y evita conflictos con los moabitas y los amonitas.
- Una generación entera de adultos muere durante los siguientes cuarenta años, excepto Josué y Caleb.
En segundo lugar, Moisés alienta a Israel a salir con fe, y Dios le concede a Israel la victoria sobre las tribus opuestas al este del Jordán.
- Dios entrega a los amorreos de Hesbón en las manos de Israel: «Hoy comenzaré a poner tu temor y tu espanto sobre los pueblos debajo de todo el cielo, los cuales oirán tu fama, y temblarán y se angustiarán delante de ti» (Deuteronomio 2:25). ¡Así es exactamente cómo respondió Israel treinta y ocho años antes cuando se enfrentaron a los amorreos!
- Moisés informa a Israel que Sehón, rey de Hesbón se negó a permitir que Israel pasará por su tierra y por eso Dios ha decidido entregar su nación en las manos de Israel: «Mas Sehón rey de Hesbón no quiso que pasásemos por el territorio suyo; porque Jehová tu Dios había endurecido su espíritu, y obstinado su corazón para entregarlo en tu mano, como hasta hoy» (2:30).
- Israel destruye totalmente a Sehón y saquea sus riquezas.
- Israel se enfrenta a todo el ejército del rey de Basán y los derrota. Destruyen y saquean la riqueza de 60 pueblos en Basán.
Cuarenta años en el desierto le han enseñado a Israel una o dos cosas acerca de sí mismos y de Dios. Aprendieron que Dios hace lo que promete: «Fiel es el que os llama, el cual también lo hará» (1 Ts. 5:24). También han aprendido a no confiar en lo que ven y sienten, sino a confiar en el Dios viviente: «Fíate de Jehová de todo tu corazón, y no te apoyes en tu propia prudencia. Reconócelo en todos tus caminos, y él enderezará tus veredas.» (Proverbios 3:5-6).
Un Israel diferente se enfrenta a la tierra de Canaán, diferente al Israel que los enfrentó cuarenta años antes. Esta generación nunca ha estado en la esclavitud, nunca esperó que los hombres se ocuparan de todas sus necesidades y nunca vivió con el temor de amos malvados. Esta generación ha visto maná en el desierto, agua de la roca y fuego caído del cielo. Esta generación ha escuchado la voz de Dios, ha visto el poder de Dios y ha sido enseñada la Palabra de Dios. ¡Este Israel tiene una gran visión de Dios, que es la única manera de enfrentar al enemigo!
Pregunta de la lectura de hoy (Deuteronomio 1:1 – 3:20):
¿Qué revela el repaso de Moisés de los últimos cuarenta años sobre el pueblo en general?