Hambruna por la Palabra de Dios

Por Iva May, 22 de junio                                                                                                                     Traducido por Rocío López                                                                                                   #movimientodealfabetizacionbiblicacbt

«He aquí vienen días, dice Jehová el Señor, en los cuales enviaré hambre a la tierra, no hambre de pan, ni sed de agua, sino de oír la palabra de Jehová» (Amós 8:11).

Imagine vivir en una tierra cuyos líderes (reyes y sacerdotes) gobiernan sin una línea de base de lo correcto y lo incorrecto y cuya gente ama tenerla así. Nadie se sentiría seguro. Nadie estaría a salvo. Esto es el norte de Israel durante los días de Amós.

Aunque Israel está experimentando una gran prominencia política (6:1), prosperidad y fiestas, con música, bebida y entretenimiento (6:4-6), son corruptos moral y espiritualmente. La inmoralidad, la idolatría y la injusticia social llenaron su tierra, «Oíd esto, los que explotáis a los menesterosos, y arruináis a los pobres de la tierra» (8:4).

Solo un encuentro con Dios puede salvar a Israel de ellos mismos.

Israel no busca a Dios, entonces Dios actúa. Él le da a Israel “diente limpio en todas vuestras ciudades, y hubo falta de pan en todos vuestros pueblos… También os detuve la lluvia…  Os herí con viento solano y con oruga…  La langosta devoró vuestros muchos huertos y viñas (4:6-11) Lamentablemente, nada llama la atención de Israel. Israel abandona al SEÑOR y rechaza a su profeta.

Por lo tanto, Dios le promete a Israel que el cautiverio logrará lo que el hambre, la sequía, las plagas y las langostas no pudieron. Israel será sacudido entre las naciones «como se zarandea el grano en una criba» (9:9).

El libro de Amós, sin embargo, no es  desolador; termina en la esperanza. Dios promete restaurar a Israel, «reparar sus daños»…  “levantaré sus ruinas, y lo edificaré como en el tiempo pasado” (9:11). Él promete restaurar las fortunas de su pueblo, reconstruir sus ciudades y plantar a Israel una vez más en su tierra (9:14-15). Su silencio y su cautiverio disciplinarán a su pueblo, pero volverán a él una vez más.

Esta escena sobria en la historia de Israel revela varias verdades acerca de Dios y el hombre:

  • Los hombres en rebelión contra Dios están peor de lo que imaginan.
  • El cautiverio espera a aquellos que se niegan a escuchar a su profeta y responder a la disciplina de Dios.
  • El silencio y la cautividad de Dios son una disciplina terrible y temerosa.

Preguntas de la lectura bíblica cronológica de hoy (Amós 7; Amos 8; Amos 9;  2 Reyes 14:28 -29;  2 Reyes 15:8 – 29;  2 Reyes 15:6 – 7; 2 Crónicas 26:22-23;  Isaías 6)

¿Qué esperanza da Amos a Israel al final de su profecía? ¿Qué revela esto acerca de la fidelidad de Dios a sus promesas hechas a Abraham y a David?

¿Qué revela la visión de Isaías acerca de Dios?

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